Si bien hemos avanzando en la inclusión de grupos subrepresentados en ambientes laborales, estas cifras nos muestran -todavía- que tenemos un largo camino por recorrer, para la creación de lugares seguros y justos, con igualdad de oportunidades de crecimiento para todas las personas.
El desarrollo laboral y personal está directamente relacionado a su nivel ingresos. La región sigue presentando brechas importantes que podrían tomarnos hasta 98 años cerrar.
Cada vez es más importante la creación de línea de carrera y planes de desarrollo, para todas las personas de la organización en general. Es una de las 3 estrategias principales para la retención del talento.
El trabajo en diversidad e inclusión requiere procesos humanos y empáticos, que permitan acompañar a las organizaciones y a las personas que trabajan en ellas -independientemente su estadío grupal y personal- creando espacios de co-creación que permitan abordar las problemáticas de forma interseccional.